3 de septiembre de 2009

“TRASPORTAR GENTE ME DA DE COMER, A MI FAMILIA Y A MÍ”

Es común escuchar palabras peyorativas como rutero, busetero, chafirete, pero en realidad los conductores de los buses o rutas de transporte público son seres humanos comunes y corrientes, cada uno con una historia de vida diferente por contar.
Rodrigo Pérez, es un joven de aproximadamente 27 años, alegre, empieza hablando de cómo llego a ser conductor, de sí mismo y de su familia.

Nació en Axochiapan un pueblo ubicado a dos horas de la capital de Morelos, a sus 13 años siendo el mayor dejo sus estudios para ayudar económicamente a su madre y hermanos, trabajando arduamente en un auto lavado y cargando bultos en el mercado del pueblo, cumplía con jornadas de 8 horas diarias; inmerso en esa cotidianidad transcurrieron los siguientes cuatro años de su vida.
A sus 17 años, cansado de la rutina y con ganas de sacar a su familia de la pobreza en la que vivían, Juan, su mejor amigo le comento que en la capital su padrino les podía conseguir un trabajo mejor pagado, lo único que necesitaba, era saber manejar.

RUMBO A LA CAPITAL…

“Cuando llegue a la capital quede sorprendido de ver tanta gente y carros en un mismo lugar (pausa) se me salieron las lagrimas pensando en mi familia, me los quería traer ya” El proceso de adaptación en la capital fue duro, trabajando casi siempre hasta 12 horas diarias en un estacionamiento público, lograba obtener con un día de trabajo en la capital el salario de de tres días en el pueblo.
Un mes más tarde el padrino de Juan contacto a Rodrigo para que trabajara de chofer de microbús, decidido a seguir progresando, pronto aprendió este oficio que lo ayudo a traer a su familia a la capital en donde también conoció a María su esposa.

LA RUTA DE LA VIDA…

“no la neta nadie me enseño a manejar ruta, yo aprendí yéndome de chalan (ayudante) del rutero, cobrando pasaje y poco a poco fue que fui aprendiendo” así narra su inicio como conductor de transporte público, demostrando como la mayoría de conductores no reciben ningún tipo de capacitación sobre este trabajo, en el que tienen bajo su responsabilidad la vida de los pasajeros que transportan.
Al indagar sobre el porcentaje diario con el que deben cumplir, lo explico de una forma muy simple, “uno trabaja lo que quiere, con pagarle el porcentaje al jefe, tu cuota diaria, ya con eso, y pues aparte la cuota de las placas, por ejemplo si el dueño de la ruta es dueño también de las placas, te cobra todo por un día, pero si no, le pagas por el uso del camión (bus) por día, y al otro dueño de las placas por un mes pago $500 diarios de cuenta y $3000 de renta de placas y más o menos en un día malo $1000 y uno bueno $2000 a $2500, aparte el diesel que cada mes sube, pero pues yo digo que si me deja”

Lo anterior sin tener en cuenta que el vehículo necesita un mantenimiento periódico, tener unos permisos de transito vigentes y el conductor la licencia apta para prestar este servicio, sin embargo muchas de estas personas desconocen todo lo que implica su trabajo, y como ni los dueños de los vehículos ni las autoridades ejercen un control sobre ellos, no se preocupan por recibir un curso adecuado de conducción y servicio a los usuarios, para brindar calidad en su trabajo, sin hablar de la falta de conciencia de algunos que conducen con altos niveles de alcohol en su cuerpo.

¿HACIA DÓNDE SE DIRIJE?...

Las tarifas varían según el lugar a donde se dirijan los pasajeros, por esto cada vez que alguien se sube el conductor debe preguntar hacia donde se dirigen, comenta, que algunas personas dicen distancias más cortas para pagar menos, y otros los insultan y se enojan cada vez que cobran las nuevas tarifas.
No obstante, el alza no solo afecta a los usuarios, Rodrigo, explica que las rentas de las placas, los permisos, el combustible, y las cuotas también aumentan, entonces los único favorecidos son los dueños de muchos buses, y el gobierno, los que ellos denominan como “patrones”.

“se siente gacho (mal) cobrarle a los de la tercera edad, pero pues si uno no saca para la papa, transportar gente me da de comer, a mi familia y a mí, y más con el alza de los precios, no solo al transporte, también a los alimentos, pues si esta dura la crisis”
Aclara que a ellos nunca les han hecho saber de tarifas especiales, ni excepciones con nadie, simplemente les cobran su porcentaje y nada más; así como Rodrigo son muchos más los transportadores que día a día luchan por mantener a su familia, y se encuentran envueltos en el dilema de este complicado trabajo en el que a diario se movilizan más de 46 mil pasajeros, exponiéndose a diferentes riesgos, sin obtener las prestaciones básicas que debería tener todo trabajador, ni el reconocimiento, ni remuneración que merece.
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2 de septiembre de 2009

Transporte y contaminación: la crisis urbana

Hoy en día es muy común que los gobiernos a nivel mundial aprueben continuas alzas a los combustibles, principalmente a la gasolina, esto debido a la escases del petróleo, y la contaminación generada por el los gases emitidos a la atmosfera al quemar la gasolina los vehículos. A raíz de estos problemas a partir del 2 de agosto el gobierno después de llegar a un acuerdo con los trasportadores, aprobó incrementar 1 peso la tarifa del transporte, urbano e intermunicipal.

Las principales razones expuestas por el Coordinador Consejero de la Alianza de Transportistas de Morelos, Enrique Ramos Cepeda, para justificar este incremento son los aumentos en la gasolina, diesel, aceites y refacciones que utilizan los vehículos, además de renovar el parque automotor, ingresar a revisión los vehículos y contratar los 17 mil operadores que les hacen falta para operar las 7,500 unidades que tienen en circulación, además de capacitar adecuadamente a los conductores para que presten un mejor servicio.

Estos fueron los puntos expuestos por él, pero la realidad que se vive en las calles de la ciudad es otra, semanalmente se presentan aproximadamente tres accidentes en los que se ven involucrados los vehículos de trasporte público, y en casi todos los casos la culpa es de los conductores, debido a que muchos no tienen licencia, son menores de edad, conducen con exceso de velocidad, no respetan las normas de transito, conducen en estado de embriaguez, entre muchos más.

A esto se suma, el mal estado en el que se encuentran la mayoría de los buses también llamados rutas, pues no tienen los permisos de circulación en regla, algunos tienen fallas mecánicas graves y aún así siguen circulando, son incómodos ya que las sillas están muy unidas y no permiten que las personas se sienten correctamente, cuando llueve muchos vehículos tiene goteras o sus ventanas no cierran lo que ocasiona que los pasajeros se mojen durante el recorrido, exceden la capacidad de pasajeros y muchos transitan con las puertas abiertas y gente colgando de estas.

Sin embargo las autoridades de tránsito parecen ignorar todas estas falencias, o simplemente no están dentro de sus prioridades, ya que no realizan los controles continuamente para exigir un servicio de calidad para la ciudadanía, que resulta siendo la mayor afectada pues aumenta el pasaje, no reciben un servicio de calidad ni seguro, y en cambio el aumento a los salarios mínimos es casi nulo.
Por otra parte la Alianza de Transportistas del estado, había firmado unos compromisos para favorecer a la comunidad, dentro de los cuales se encuentran el transporte gratis para la tercera edad y niños menores de 3 años, convenios con las escuelas y universidades para un descuento especial para los estudiantes y cobro de las tarifas según lo establecido.

En cuanto a las tarifas están establecidas según las distancias siendo de $5.50 la mínima y $7 la máxima en la zona urbana, pero en las zonas intermunicipales varían desde $9 hasta $20 según el destino, para controlar esto todos los vehículos debían ubicar unas carteleras con las tarifas en un lugar visible para los pasajeros, además de un teléfono donde estos pudieran denunciar cualquier irregularidad con el servicio recibido, sin embargo muchos conductores solo pusieron las tarifas o los teléfonos o en el peor de los casos ninguna, siendo esta una medida inútil que no beneficia en nada al usuario.

En conclusión el estado atraviesa por una crisis grave a nivel de movilidad, pues las tarifas no corresponden a la calidad del servicio prestado, ni a los sueldos con los que tienen que sobrevivir la mayoría de ciudadanos, sin tener en cuenta que el tema de la contaminación ocasionada por el trasporte público está completamente olvidado, además de que los taxis y transporte interestatal se sumaran al alza de las tarifas, y como si fuera poco también subieron los peajes o casetas que se encuentran en las autopistas, sin olvidar que en Morelos se encuentra ubicada en la autopista del Sol, la caseta más cara del país con un valor de $500, para viajar desde el estado de México a Acapulco, uno de los lugares turísticos con mayor afluencia.

Es así como los habitantes del estado día a día, tienen que vivir, entre la inseguridad del transporte en el que se movilizan, la irresponsabilidad por parte de las empresas de transporte al no capacitar a los conductores, y el desinterés de las autoridades por conservar el orden, la armonía, y contribuir al desarrollo social del estado.
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BREVE DESCRPCIÓN DEL ESTADO DE MORELOS


Morelos es uno de los 31 estados que junto con el Distrito Federal conforman las 32 entidades federativas de la republica Mexicana.
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y Vivienda en el 2005, el estado de Morelos cuenta con un total de 1, 612,899 habitantes. De los cuales: 837,588 son mujeres y 775,311 son hombres.
De la población total del estado un poco menos de la mitad está en condiciones de realizar cualquier actividad productiva. La mayor parte de la gente que trabaja lo hace en el comercio y los servicios, sobre todo turismo.
Entre la población del estado aún existen habitantes que hablan alguna lengua indígena; la mayoría habla náhuatl, aunque también hay otras como la mixteca y zapoteca. Existen aproximadamente 35 comunidades nahuas asentadas en Hueyapan, Tetelcingo y Xoxocotla, entre otras.
En el estado de Morelos el 86% de la población es urbana, mientras que el 14% es rural.
Al 2005, el municipio con mayor porcentaje de habitantes es Cuernavaca con 21.6%, seguido de Jiutepec con 11.2% y de Cuautla con 9.9 por ciento.
En este estado se pueden encontrar habitantes de todas partes de México y también de varias partes del mundo, lo cual lo hace rico culturalmente por su diversidad.
Además de ofrecer muchísimas opciones en gastronomía, cultura, turismo, vías de comunicación, en un estado lleno de riquezas por descubrir, con un clima muy agradable y considerado como el estado con más balnearios del país es privilegiado por la abundancia de agua, tierras fértiles para cultivar y su cercanía con la capital del país.