2 de septiembre de 2009

Transporte y contaminación: la crisis urbana

Hoy en día es muy común que los gobiernos a nivel mundial aprueben continuas alzas a los combustibles, principalmente a la gasolina, esto debido a la escases del petróleo, y la contaminación generada por el los gases emitidos a la atmosfera al quemar la gasolina los vehículos. A raíz de estos problemas a partir del 2 de agosto el gobierno después de llegar a un acuerdo con los trasportadores, aprobó incrementar 1 peso la tarifa del transporte, urbano e intermunicipal.

Las principales razones expuestas por el Coordinador Consejero de la Alianza de Transportistas de Morelos, Enrique Ramos Cepeda, para justificar este incremento son los aumentos en la gasolina, diesel, aceites y refacciones que utilizan los vehículos, además de renovar el parque automotor, ingresar a revisión los vehículos y contratar los 17 mil operadores que les hacen falta para operar las 7,500 unidades que tienen en circulación, además de capacitar adecuadamente a los conductores para que presten un mejor servicio.

Estos fueron los puntos expuestos por él, pero la realidad que se vive en las calles de la ciudad es otra, semanalmente se presentan aproximadamente tres accidentes en los que se ven involucrados los vehículos de trasporte público, y en casi todos los casos la culpa es de los conductores, debido a que muchos no tienen licencia, son menores de edad, conducen con exceso de velocidad, no respetan las normas de transito, conducen en estado de embriaguez, entre muchos más.

A esto se suma, el mal estado en el que se encuentran la mayoría de los buses también llamados rutas, pues no tienen los permisos de circulación en regla, algunos tienen fallas mecánicas graves y aún así siguen circulando, son incómodos ya que las sillas están muy unidas y no permiten que las personas se sienten correctamente, cuando llueve muchos vehículos tiene goteras o sus ventanas no cierran lo que ocasiona que los pasajeros se mojen durante el recorrido, exceden la capacidad de pasajeros y muchos transitan con las puertas abiertas y gente colgando de estas.

Sin embargo las autoridades de tránsito parecen ignorar todas estas falencias, o simplemente no están dentro de sus prioridades, ya que no realizan los controles continuamente para exigir un servicio de calidad para la ciudadanía, que resulta siendo la mayor afectada pues aumenta el pasaje, no reciben un servicio de calidad ni seguro, y en cambio el aumento a los salarios mínimos es casi nulo.
Por otra parte la Alianza de Transportistas del estado, había firmado unos compromisos para favorecer a la comunidad, dentro de los cuales se encuentran el transporte gratis para la tercera edad y niños menores de 3 años, convenios con las escuelas y universidades para un descuento especial para los estudiantes y cobro de las tarifas según lo establecido.

En cuanto a las tarifas están establecidas según las distancias siendo de $5.50 la mínima y $7 la máxima en la zona urbana, pero en las zonas intermunicipales varían desde $9 hasta $20 según el destino, para controlar esto todos los vehículos debían ubicar unas carteleras con las tarifas en un lugar visible para los pasajeros, además de un teléfono donde estos pudieran denunciar cualquier irregularidad con el servicio recibido, sin embargo muchos conductores solo pusieron las tarifas o los teléfonos o en el peor de los casos ninguna, siendo esta una medida inútil que no beneficia en nada al usuario.

En conclusión el estado atraviesa por una crisis grave a nivel de movilidad, pues las tarifas no corresponden a la calidad del servicio prestado, ni a los sueldos con los que tienen que sobrevivir la mayoría de ciudadanos, sin tener en cuenta que el tema de la contaminación ocasionada por el trasporte público está completamente olvidado, además de que los taxis y transporte interestatal se sumaran al alza de las tarifas, y como si fuera poco también subieron los peajes o casetas que se encuentran en las autopistas, sin olvidar que en Morelos se encuentra ubicada en la autopista del Sol, la caseta más cara del país con un valor de $500, para viajar desde el estado de México a Acapulco, uno de los lugares turísticos con mayor afluencia.

Es así como los habitantes del estado día a día, tienen que vivir, entre la inseguridad del transporte en el que se movilizan, la irresponsabilidad por parte de las empresas de transporte al no capacitar a los conductores, y el desinterés de las autoridades por conservar el orden, la armonía, y contribuir al desarrollo social del estado.
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